Con la mirada perdida ...

... intento concentrarme en una cosa, a veces en “nada” sin percibir lo que sucede a mi alrededor. El cristal del automóvil es un gran muro que me aísla de la realidad, ni siquiera la brisa puede traerme susurros lejanos y mientras tanto, el sol da calidez a mis huesos y a mi alma.

El tráfico en Túnez es caótico pero el sin sentido de mi mirada no tiene ataduras ni prisas, ni tiempo … acierto a ver la silueta de nuestra furgoneta reflejada en el atasco y la figura de una mujer con idéntica pose a la mía me abstrae de mi ensoñación, con la única diferencia que ella continúa absorta en sus pensamientos, con la mirada perdida.

Los fantasmas de la paridad cultural asaltan mi quietud y mi sensibilidad y aunque las leyes tunecinas van cambiando a favor del respeto por los derechos de la mujer, el recorrido aún es largo y espinoso. Todavía las mujeres salen temprano de sus casas, a las 6 de la mañana, cargadas con cestos para ir a trabajar contrastando con el personaje masculino impasible, sentado en confortables bancos de madera con su té, su shisha y animadas conversaciones. La tasa de mujeres analfabetas es bastante superior a la de los hombres y la intervención de la policía en los casos de violencia doméstica es inefectiva, ya que lo consideran un problema familiar pero … ahí va ella, estática, quizá feliz como si nada pasara o quizá con el corazón hecho pedazos por tener que corresponder al amor que está siendo sometida … cómo me gustaría gritarle que es gratis soñar!

Leí una vez que Dios puso muchos secretos, muchos tesoros en el corazón de la mujer y aunque no nos dio la fortaleza física, sí nos dio la fortaleza en el alma y “ese sexto sentido”.

Me encanta mi corazón de mujer! Disfrutad de este maravilloso vídeo, QUE VIVAN LAS MUJERES ... va por NOSOTRAS! (No olvidéis dejar el slide de arriba en silencio para que escuchéis a Miguel Bosé como debe ser).