La gran familia española ... una cosecha amor!

Anoche una pirata y yo fuimos al cine ... la película, "La Gran Familia Española" ... no íbamos muy convencidas, necesitábamos divertirnos y disfrutar de algo ligero que se tildaba como cómico. Es curioso cómo influye nuestro estado de ánimo cuando nos enfrentamos a una historia ... la primera parte "psa" pero cuando vas viendo la evolución de los personajes y encuentras los entresijos de los sentimientos, todo cambia y remontan las emociones, la diversión, el interés, el ingenio ... la naturalidad, todo! Me despedí de ella con regusto del que mueve algo por dentro! Bravo!

Fotográficamente me sugirió muchos encuadres e incluso inspiración para Molinetes de ilusión ... y la banda sonora de Josh Rouse me cautivó, lástima que el Shazam no me reconoció algunas pero las encontraré. En fin, no soy crítico de cine y en mi casa, saben que si alquilo una película ... no habrá ni tiros, ni sufrimiento más del necesario ... así que no os cuento más. Sin obviar, que disfruto del buen vino aunque nunca hice una cata ... vamos, que valoro un aunque me salpique la sangre.

Hay un personaje vital en el largometraje que no aparece pero en torno al cual gira todo su guión ... la madre, la esposa, la mujer ... ella es amor. Escudriñas los acontecimientos, vas saltando de una emoción a otra, percibes lo desestructurada que está una familia pero donde la siembra se hizo con amor y cuando se destapa la verdad ... sólo se cosecha amor. Vivimos tiempos en los que todo se desmorona a nuestro alrededor ... la crisis en toda su dimensión es devastadora, no conseguir con impaciencia lo que queremos nos lleve a la depresión, ayer me compartieron la tragedia de un suicidio y en lo que va de año no es el primero ... qué nos está pasando? La falta de comunicación afecta a nuestra felicidad y lejos de encontrar comprensión porque el colchón sólo puede sustentarse de amor ... cobran protagonismo la falta de confianza, complicidad, transparencia ... nos vuelve frágiles e inseguros. El siguiente paso es descubrirte diciendo cosas que no sientes, marcas tu territorio a la defensiva, ya no te reconoces en quien antes fuera tu alma gemela, el tono de su voz te bloquea, sus preguntas causan un efecto negativo en ti que te desborda ... y ya no disciernes entre la razón y la conducta. Te quedas sin respuestas y comprendes pero no sale nada.

Y entonces aparece esta película con un mensaje de amor y esperanza, para quien la no prisa tuvo su recompensa. Así que un diez a Daniel Sánchez Arévalo por la dirección y el rodaje de la misma ... y mucho amor para todos aquellos, hombres y mujeres, que lo consiguieron y los que están en ello, sembrando amor. Que nunca nadie os haga sentir mal con la palabra o el hielo del silencio. Empatizar, seamos generosos porque también cometemos errores y hay que crecer con ellos ... pero nunca perdáis el tono, sólo así la cosecha tendrá sus frutos incluso en tiempos de sequía.