Me va la vida en ello...

Justo cuando empiezas a no ponerte metas, la luz tiene otro brillo... como si hubiera una conspiración estelar para plantarle una sonrisa al calendario que ya no tiene más hojas por arrancar... o será la iluminación navideña y su bokeh... quizá sí, quizá no... decía la princesa de mi cuento.



Ayer tarde mi amiga hacía risas de mí entre cómplices baldosas y me llamaba "maruja"porque el orden me ataca y he dado vuelta a la casa y ventilado el alma cada madrugada, por tantas noches que no encontré postura en la cama... vuelvo tímidamente a repasar las costuras de mis sueños... o será que me he ligado a la inquietud que me lleva en volandas como caminan las nubes de puntillas entre cumbres... quizá sí, quizá no...

El otoño ha sido sanador... en febrero de este año comencé una sesión semanal de "reiki"... en el calor de las manos de Inés he encontrado una paz indescriptible porque sólo es eso... PAZ. Ha sido un ejercicio personal tremendo. Flotando en esa camilla he recuperado el sentido de muchas emociones confusas... en mi catarsis reconquisté mi risa y cada día me repito lo importante que soy para mí misma... vuelvo a ser yo, con mi sonrisa, mi optimismo, con mis ganas de vivir aunque siempre hay días que quisieras que ese cielo infinito te engulla, con mis virtudes y con todos mis defectos... todas esas cositas que nos hacen a cada uno seres genuinos y excepcionales... casi como el pero qué guapas estamos! cuando ves fotografías con el paso del tiempo... o es que realmente estamos más guapas cada día... quizá sí, quizá no...



A veces el destino no se pone de nuestro lado... incógnitas que va borrando la lluvia... o realmente es que aquello que imaginaste nunca pudo haber sido... quizá sí, quizá no... me desconecto del verbo pensar.



En el cajón desastre de mis recuerdos y en mi gran desembalaje de orden, hago limpieza... y es que hasta el alma necesita de cuando en cuando ser un poco práctico y hueco para que nuevas emociones tengan cabida... no es un trabajo fácil, os lo digo yo que cada vez que me remango en estas faenas voy haciendo montañitas "me lo quedo", "seguramente lo tire", "lo guardo un año más", "probablemente a alguien le venga bien", "directo a la basura"... por no contaros la de fotos que voy viendo impresas y me dedico a mirarlas entre montañas de libros, recortes de revistas, objetos inútiles que refrescan la memoria de los viajes y las personas que salpicaron tu vida... cuando más débil estuve este año, mi padre me dio un consejo... hija mía, de vez en cuando es importante poner la mente fría... bueno, como me conoce, añadió "un poco fría"... qué grande eres Papá! Desconozco cuanta frialdad he sido capaz de poner en marcha pero de lo que sí estoy segura es que el porcentaje de emocional merma para dar más rienda suelta a la intuición que llevaba varios inviernos de letargo.



Qué importante es agradecer a las personas el tiempo que compartiste con ellas... no sólo todo lo que aprendiste a su lado, sino lo que se dejó para descubrirlo por uno mismo. La vida es sorprendente... atrae y aleja, te devuelve situaciones, amistades que nunca reemplazan pero sí reconfortan y regresan con una transparente autenticidad... y nuevos tesoros y nuevos corazones con los que fluye la armonía... para que sintamos que no todo en la vida fue naufragar, que el olvido no existe pero sí solivio y a mí se me antoja que tengan su vínculo... y como la música que me comparte una maravillosa persona que recientemente tiene su rincón en mi vida y como compusiera el gran Silvio Rodríguez, ME VA LA VIDA EN ELLO!





Comentarios

Entradas populares