Quizá los sueños ...

... no son más que refugios de nuestra conciencia, un lugar donde nos abrigamos del sufrimiento ... seguramente! Por eso, resulta inevitable a veces despertar, calzarse y pisar con garra, enfrentarnos a lo que acontece y transmitir todo el aliento, el amor y la energía que podamos a quienes hoy, arrancados de su rutina, sueñan con salir de la pesadilla.

Casi todos los días se viven situaciones que nos invitan a la reflexión, no hay más que ver un telediario o el titular de un periódico, pero cuando una de esas situaciones te golpea cerquita, es cuando tu corazón se paraliza, la mente se queda en blanco y ... debes reaccionar porque tu escondite no es suficiente.

El blog transcurre como si nada pero en la trastienda se acumulan las emociones: la depresión azota la vitalidad de una mujer que bastante tiene con aceptar su discapacidad; el bebé de una amiga pelea por vivir en un hospital y ella, ejemplar, no se rinde; una carita preciosa mañana será intervenida y la vida le susurra que hay que relativizar; otra, se angustia por la estabilidad de su niño y decidir lo mejor para su futuro, mientras que una paciente amiga no se cansa de pedirle a las estrellas que sus pequeñinas lleguen con los Reyes Magos; una muñeca hindú se hace hueco en nuestra sociedad, trabaja como una hormiguita y aprende el idioma como puede ... tiene que apaciguar la hambruna de los que allí dejó; quien menos, toca todas las puertas con su CV en la mano; hay a quienes el amor responsable y apasionado les produce desasosiego; también quien sufre de estrés en el trabajo, la familia o llegar a fin de mes; la vida sorprendió con Alzheimer a un ser querido, por no olvidar aquellos que ahora habitan en el corazón pues un día dejaron de estar ... parece una vida llena de dificultades y me pregunto yo, no vivimos en una "sociedad del bienestar" .. donde todos tenemos derecho a la salud y la felicidad?

No tengo una respuesta. Sólo se que debemos continuar para disfrutar del cariño que nos damos, hacernos la vida más fácil, dialogar con uno mismo para aligerar el equipaje y tirar del carro pero ... nunca en soledad!

Sin duda, toca descalzarse y por unos segundos, dejarse llevar por esta fotografía ... regreso a mis sueños donde volar es cosa de niños!

A Mary, Eva ... descalzaros siempre que podáis!