Y lo llenó de luz...

Desvelarse una noche con ganas de escribir o mover muebles… una sensación indescriptible…  es como cuando de pequeña me iba a la cama prontito porque se me antojaba continuar con el sueño de la noche anterior… o cuando descubrí  que si sumergía la cabeza en la bañera de nuestro casita en un sexto piso después de vivir en Africa (no aporto mucho más, el nombre de ese continente ya es sugerente incluso si nunca estuviste)… los sonidos que se filtraban por las cañerías procedentes  del resto de viviendas, su eco… eran lo más parecido a aquellas siestas en el regazo de Mamá en la baranda de casa… de frente, la selva…
Anoche salimos de puntillas de La Hostería de Arnuero… recordaba este sitio especial pero no tan mágico, aunque seguramente fuiste tú, Cris, la que hizo magia. Qué bonito es hablar de la belleza de dentro, de las velas que se soplarán, del dolor con crecimiento, del  menú compartido, del poder de la imaginación, de todo lo que cabe en la rutina, de los suspiros, de aprender a parar el segundero, de que no existe distancia si tú y yo no queremos, de las risas que se propagan, de las oportunidades que nos acompañan, de las trenzas de la vida… la plata del cabello… la intuición, nuestras “little indigo girls”… toda la fuerza del etcétera y que nos falten dedos para seguir sumando. 
Empezaba a llover, nos resistimos a destaparnos y separarnos de aquellos dos sofás de madera… de película… apagamos la vela y sí, salimos de puntillas… y sí, de la manita.
Hoy es miércoles de Litel Pipol… un proyecto que crece con nuestros pequeños…. Campanilla va por su segunda semana de campamento… la extraño muchísimo, me mueve… anoche me metí en la cama con tu libro Cris, VIAJAMOR… abrí una página al azar, es una de esas pequeñas manías que tengo… el olor del papel y luego una frase… 
"No sabe  vestirse sin llenar el mundo de colores"

Preparamos esta sesión en casa para regalársela a un amigo muy especial que emprende su boceto de vida porque él mejor que nadie me enseña a vivir en modo REM… un espacio donde la música tiene sentido y sensibilidad… donde compartir y crear. Suerte Piru… aunque no tengo la más mínima duda que el destino es el afortunado a tu lado. Cuando fotografío siempre pasa algo que trasciende... buscaba oscuridad, recogimiento… ser capaz de poner música al sigilo, a los oídos del que no ve pero siente… pero ELLA lo llenó de luz, así, en dos clicks… sin tiempo para técnicas… click, click!!!
Y por supuesto nuestra canción...

Comentarios

Entradas populares