All of me...
Había escrito muchas veces sobre el universo inverso... sobre el mapa astral de su espalda y sobre el desorden de planetas y estrellas fugaces y... sobre ese Norte que no se pierde incluso preso de vacío.
Cuántas veces imaginó un aliento en la nuca al despertar que bailara entre su pelo un susurro... buenos días amor... y así, casi sin querer, la luz ganaba las horas al amanecer como la claridad a sus pensamientos... ni los lunares de su espalda, ni la mitad de su almohada le esperaban... pero ahí le encontró, cuidando de su piel y de su sueño.
Porque todavía quedamos cuatro románticos... continúo emborronando renglones.
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ResponderEliminarTodo dulzura, imposible no enamorarme de ti.
ResponderEliminarUn abrazo