Sin adulterantes ni colorantes ...
... así resultó la noche de ayer para seis compañeras que en un arrebato de espontaneidad, una reacción irracional al más puro estilo de Dancing Queen se desataron de una actitud políticamente correcta en la oficina e hicieron eco del lado más bonito y natural que toda mujer lleva dentro, solidarias con la injusticia y celebrando los éxitos que nos corresponden. Me pregunto si las rosquillas tuvieron algún efecto alucinógeno en nosotras ...
No dudo que Peter Pan estuvo tentado de sobrevolar aquella casita, una luz brillante y atrayente entre la niebla y si estuvo, casi prefiero ignorarlo, menos mal que Sara no me lo contó pues ... hubiésemos sido capaces de fundirnos con las estrellas.
Por un instante robamos la ingenuidad a la mismísima Campanilla y recuperamos la soltura de nuestra niñez y nos desinhibimos cantando e intercambiando pelucas, plumas, gafas ... risas, abrazos, fotos ... qué gusto!
Llegamos a casa y Campanilla buscaba inquieta su barita mágica y sus alas; no me lo dijo, pero estoy segura que quería pedir un deseo ... Mami, no maquilles nunca la frescura!
Gracias Pi y jamás dejes de esforzarte en participar tu alegría y vencer la timidez, te hace muy especial ...
Es magia, alegría, ganas de disfrutar de cada momento que se ofrezca. Eso es vivir, Mela, ni más ni menos. Por todas nosotras! Sin maquillajes!
ResponderEliminarDesde luego, la foto transpira alegría.
ResponderEliminarUn beso, cielo. Nunca duermas a la niña interior.
Natacha
Gracias Natacha ... no sabes cómo me alegra tu mensaje, aquí tienes una nueva amiga! Muacc
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