Luz ...

Fue como emprender un largo viaje ... un reto desconocido para mí pero que ha sumado en mi vida como nunca imaginé ... quien me iba a decir que en Polientes, a pocos kilómetros relativamente de casa, encontraría un remanso de felicidad.

Esa semana con Pecas colgada del pecho ha sido maravillosa y he disfrutado de estar bien conmigo misma, dándome como soy ... consciente de las emociones y de los miedos fruto de mis limitaciones entre tantísimo ARTISTA que me han hecho sentir única.

He necesitado más de diez días para asimilar la experiencia ... ver trabajar al Maestro Hojas que no sólo va sobrado de arte, sino de generosidad ... ha resultado extraordinario, tiene potencia para transmitir LUZ ... un genio que abraza. Escuchar a Jorge Cembranos toda la fuerza de su técnica entre acordes de Rembrandt o Velázquez ... fue pura melodía. Y en cuanto al día que pasamos con Javier Salas ... queda para los restos, creo que todos nos enamoramos un poco de él, de su transparencia comunicadora y de su delicadeza para hablar de la sencillez del ojo, de saber mirar ... de jugar con la LUZ natural y encontrarla en cada reflejo, en cada sombra ... apasionante, fue inevitable emocionarse, suerte que en ese momento no cayó aquella Polaroid en mis manos o hubiera tenido que dar alguna explicación.

Vivimos una sociedad exigente y competitiva pero detrás de esos visores y tantos juegos de lentes ... he descubierto que late y lo hace con fuerza ... con intensidad en la sensibilidad. Me resulta apasionante vivir así ... SIGO! CREZCO! SOY!

A todos los que disfrutamos de semejante aventura de luz, no pudimos estrenar mejor el 2011. Una convivencia maravillosa ... empatía, el deseo de compartir, el afecto, aprender! Una lección de vida! Gracias.