Y no se que cosas te cuenta el sol al oído ...

... escúchale con calma que yo mientras, te arropo de azul ... gracias Niño por saber dibujar mis emociones y darle el toque que necesitaba a esta foto, lo hiciste con cariño y así llegará!

Se detuvo para recobrar aliento y escuhar las risas de los niños que frecuentemente la rodeaban y que ahora chapoteaban en el agua, de fondo ... el canto estridente de alguna gaviota distraida, giró la cabeza con la mirada fija en el horizonte azul ... efectivamente parecía que el sol quisiera compartirle algún susurro.

Toda una vida próximas al mar, más de dos décadas juntas y lastimosamente ninguna de las dos tenía la fórmula con la que detener el tiempo, cuestión que combatían con grandes piñatas de celebración; así eran ellas, no había cabida para cuestionar ni lamentar las cosas, atrás quedaban los años en los que buscaron respuestas ... contemplándola y robándole ese momento de atardeceres azulados, era fácil garabatear a dos mujeres satisfechas de ver pasar el mundo, mimetizarse con el paisaje y saborear los abrazos.

Aunque a veces querían convencerse que no necesitaban nuevas experiencias ni grandes desafíos, siempre tenían una gran mochila de sueños a mano para ese viaje que no requiere una maleta perfectamente organizada, ropa ni guía o mapa que desplegar ... un proyecto que harán realidad.

Es curioso como todos los nombres importantes de mi vida, tienen una estrecha relación con la luz ... entonces, ella se giró ... qué haces amiga? Te apetece un verdejito? ... yo le contesté, dale amiga, hay mucho que celebrar! Felicidades Esther, que te quiero ... ya lo sabes!

No podía faltar un regalito, se que disfrutarás de esta canción ... apenas necesito cerrar los ojos para recordar nuestra entrada por el Blues y tu gracia en la barra al pedir ... ponme la de chuchuruchú ... recuerdos que provocan sonrisas!