Esperando la luna llena ...

Escuchaba yo a mi amiga y mi corazón aceleraba su pulso ... la espera más deseada se hace larga y siento que mis "problemas" pierden intensidad, sus palabras se convertían en una sucesión de imágenes ... cartas mágicas para los Reyes Magos, uvas para fin de año y sin noticias ... cuántos meses más? Ella no se rinde al futuro y su fe se mantiene firme como un faro azotado por la tormenta ... las palabras no tienen consuelo, sólo espero que la ilusión resurja fortalecida.

Recordábamos una entrevista a Judit Mascó a quien preguntaron por la maternidad de cada una de sus hijas y respondía "Las tres maternidades han sido distintas y a la vez maravillosas. Pienso en las diferencias que hay entre lo que he vivido como madre con mis hijas biológicas y lo que he vivido con mi hija adoptiva. La primera diferencia es la espera. La espera de María y Paula fue muy emotiva, pero sin duda muy física. La espera de Romitha fue una espera de sentimientos puros, sin que interviniera ningún acto fisico. Otra diferencia es que María y Paula lo han tenido todo desde siempre, afectivo y material. No me han tenido que demostrar nada como hijas. En cambio, Romitha, es curioso, aun siendo tan pequeña, ha sentido la necesidad de decirme que me quiere, a través de sus caricias y cariños. La relación que se tiene con un hijo adoptivo es única y muy emotiva".

Sueño con vuestras caricias y tu trenza deshecha ... nuestras niñas jugando ... el té turco humeando y el atardecer de Liermo en nuestras caritas. Una foto que no puede ser más hermosa.

Según una creencia china, si 100 familias encienden una vela la noche de la luna llena y todos piden el mismo deseo, se concede ... el dos de noviembre será la próxima ...